Me meto un tiro,
¡Pum!
El eco suena,
¡Pum!
O quizás es el corazón,
¡Pum!
Que todavía sueña.

Entrevista a Eddie Vedder

Entrevista a Eddie Vedder

Realizada en 2006

«Hay tanta información en las canciones y en las letras que sentí que un título más era demasiado presuntuoso,» dice Eddie Vedder de Pearl Jam. Esa es solo una explicación del porqué el octavo disco de la banda se llama simplemente «Pearl Jam». Otra sería que se trata del trabajo más democrático del grupo desde su apabullante debut «Ten» en 1991. En canciones como la reposada acústica «Parachutes» (música compuesta por Stone Gossard), el viaje de ocho minutos de «Inside Job» (letra de Mike McReady) y el primer single «World Wide Suicide» (que está arrasando en las radios), PJ han traído una sensación de directo al estudio, grabando canciones que demuestran una sabrosa interacción de guitarras y un fondo heavy. «Cuando colaboras, sigues teniendo esa urgencia de quedarte en el estudio después que todo el mundo se haya ido y hacer las cosas como tu quieres hacerlas,» dice un relajado Vedder en un frío y oscuro día en Seattle. «Pero no puedes.»

¿Cual es tu primer recuerdo musical de niño?
«Había una especie de casa de grupo en Chicago, y tenían un tocadiscos en el sótano. Como éramos chavales sin los padres había una gran variedad de edades, y algunos de los de más edad tenían gustos maduros. Así, yo escuchaba a los Jackson 5; ellos escuchaban a James Brown y a Sly Stone. Recuerdo que todo lo de la Motown parecía genial. Un pequeño sótano, eso es lo que recuerdo. Incluso aún puedo olerlo.»

¿Cómo olía?
«Como un sótano en Chicago. Húmedo. Uno de esos sótanos que nunca se seca. Y quizá a algo de brillantina afro que algunos chavales -un chaval llamado Maurice- se ponían en el pelo. Creo que se llamaba Lake Home for Boys. Estaba en la parte pobre de la ciudad. En la ciudad estaba pero en la parte mala.»

Hablando de olores y cosas como esas, ¿a qué sabe Pearl Jam?
«No…Uhhh…No tengo ni idea. Es como decir, ‘¿A qué sabe Pink Floyd?'»

No, no, no, tío. Me refiero a la mermelada de tu abuela Pearl.
«Nunca la probé. Parece ser que la receta se la pasaron. Ahora es mitológica. Nunca vi la receta. Solo oí hablar de ella.»

¿Qué era?
«Imagina que eran conservas naturales con un poquito de setas…Un rollo peyote. Es la teoría de Mary Poppins del flipe – una cuchara llena de azúcar ayuda a tragar la medicina. Es tan típico que una mujer americana enamorada de un indio añada azúcar a algo para mantenerse culturalmente intacta.»

Entonces, ¿tuviste un piano cuando crecías en tu casa de San Diego?
«Bueno, mi hermano tenía la guitarra y nosotros teníamos un piano de pie, y luego tuve una copia de una guitarra Les Paul. Sobresalió enseguida. Tocaba sin mirar, y yo seguía sin poder que mis dedos pulsaran un acorde. Yo estaba muy preocupado por eso. Me llevó un año, y entonces, un día, de golpe, ya era como un amigo. Nunca lo olvidaré.»

¿Hubo un momento?
«Si. Fue con ‘Cat Scratch Fever’. De golpe, la guitarra se sentía bien bajo mis manos. Mis manos se habían hecho lo suficientemente fuertes.»

¿Como fueron las circunstancias para hacerte con una guitarra?
«Mi cumpleaños era el 23 de diciembre, y la vez lo usé en mi favor fue para suplicar y rogar para que me dieran los dos regalos juntos para conseguir la guitarra de 100 dólares. Y funcionó.»

¿Era de un catálogo de Sears?
«No, recuerdo que era una copia de una Memphis Les Paul. Se parecía algo a la guitarra que tocaba Ace (Frehley, de Kiss).»

Seguro que esa era la que querías.
«Es interesante porque solo había tomado unas pocas lecciones. El tío era genial, se llamaba Bud Whitcomb y le cortaba la mala hierba para que me diera algunas lecciones gratis. En aquel momento me enseñaba líneas de tiempo, y no me dejaba tocar otra cosa, y le odiaba por ello. Era mucho pedir para las manos de un niño de doce años, era muy frustrante. Se fue de vacaciones y yo fui a la iglesia y ahí tenían ese pequeño librito de canciones que tenían pequeñas escalas con acordes abiertos. ¡Y lo robé!»

¡Oh, tío!
«Tenían muchos. Eran himnos, muchos de ellos. Tenía canciones como ‘Black And White’. Así que se fue, se fue de vacaciones y me aprendí esos acordes abiertos y de golpe esos acordes abiertos me hizo sentir como si compusiera. Muy pronto, no me veía convertirme en un músico principal. Solo quería componer, solo quería tener esquemas en los que escribir encima. Asi que una vez me hice con esos acordes abiertos, empecé rápidamente a componer.»

Como que siempre he guardado un gran respeto por tus composiciones, quiero saber como es tratar con la instrumentación en la banda. Recientemente habéis añadido un teclado B3. ¿Por qué nunca habéis usado instrumentos de viento o de cuerda o chicas?
«Pienso que siempre estamos intentando encontrar nuevas formas de tocar en el grupo. Sé que Stone Gossard coge la guitarra y rehusa tocar algo que haya tocado antes. Puede ser frustrante colaborar con él porque siempre quiere hacer cosas diferentes. Pienso que la banda está compuesta de un cierto número de colores y necesitamos ver a cuantas variedades podemos llegar. Los teclados aparecen en algunos de los discos. ‘Black’ incluso puede que tenga algo de piano pero daba la sensación que era la próxima sombra a añadir. Los instrumentos de viento, cuerda y coristas son cosas que quizá guarde para hacer en el futuro. Pero seguimos tirando de los ingredientes que tenemos e intentamos ser lo más progresivos posibles con nuestros pensamientos dentro de esas fronteras. ¿Le ves sitio los instrumentos de viento?»

Solo me preguntaba si lo habíais descartado.
«Pienso que entras a grabar pensando que puedes probar cualquier cosa y que lo harás. Eso es antes de que las sesiones hayan acabado; al final, incluso cuando te lleva mucho tiempo, es hora de acabar y trabajas con lo que tienes. Como haciendo cortes de película o arreglos, trabajar con instrumentos de viento es un rollo que consume tiempo. Y pienso que hemos usado todo nuestro tiempo dentro de nuestro propio ritmo. La comunicación dentro de nuestro propio grupo es bastante exhaustiva, al menos con las canciones.»

Jeff (Ament) mencionó que estábais pensando en hacer un vídeo para este disco.
«Creo que es una gran forma de arte si se aborda del modo adecuado. Pero consume tiempo…¡Como las entrevistas! Parece que el tiempo tocando en directo y organizando conciertos y montar el disco y el artwork parece llevarse todo el tiempo que tenemos. A menos que podamos hacerlo bien…Veremos. He dado con un tipo con el que me gustaría hacerlo pero ya veremos.»

¿Es un secreto quien es?
«Es un chaval joven llamado Fernando Apodaca, es un artista. Está en todos lados, rechaza ser encasillado, trabaja con todos los medios que hay. Desde hacer dibujo técnico con pelo hasta montar cuerpos de cuero…Todo es muy orgánico. Creo que la única razón por la que no se ha hecho un nombre en el mundo del arte es porque deja el mundo en una posición muy controvertida. He hablado con él y creo que el hecho de que nos respete mucho es un gran halago para nosotros.»

¿Tienes alguna canción oscura favorita de Dylan?
«Hizo un disco de versiones.»

¡’Good As I Been To You!’
«Si, no son sus canciones pero escuchaba ese disco en un radiocassette al que solo le funcionaba un altavoz. Una cosita pequeña…Y funcionaba tan bien con la música – sonaba como un disco de Bessie Smith o Robert Johnson. Lo que no me acuerdo es de los nombres.»

«Frankie and Albert» . . . «Jim Jones» . . .. «Sittin’ on Top of the World» . . .
«Eso es. ‘Sittin’ on Top of the World'».

Además, en el acto benéfico de (Ralp) Nader en el 2000, saliste e hiciste «The Times, They Are A-Changin'» y dijiste que tenías permiso del autor. ¿Como se te abrió esa opción? ¿Fue en su trigésimo aniversario en el Madison Square Garden?
«Tras ese concierto en el Garden, todo el mundo se congregó en una esquina del bar irlandés ese de New York que ya no está ahi. Intenté dar con él pero ya no está. Un pedazo de historia auténtica ocurrió en ese lugar esa noche en aquella mesa. El mayor de los hermanos Clancy estaba ahí recitando esos largos poemas irlandeses sobre la guerra, y tenían una duración de ocho minutos, y se sabía cada palabra. Entonces, salió una guitarra y fue dando vueltas. Ronnie Wood estaba ahí con George Harrison. Fue una gran noche. Cuando subí a presentar a Chrissie Hynde, por lo que yo estaba ahí, por alguna razón el tipo ese tan alto que parecía sacado de los dibujos de Spiderman -la cabeza totalmente calva y unos hombros como una caja- me levantó del suelo agarrándome de esa chaqueta de sky que tenía. Me dijo, ‘No perteneces a esto’. Fue al principio de nuestra carrera musical, así que ¡no podía discurtirle eso! Y yo me quedé en plan, ‘¡Muy bien amigo mío!’. Estaba de pie junto a la guitarra de Willie Nelson. Alguien le vió como se me llevaba del escenario y le pararon justo antes de que me echara. Más tarde, esa misma noche, resultó ser un gran tipo inglés. A eso de las cuatro de la mañana nos habíamos hechos grandes amigos – era el segurata de Bob.

Estábamos a punto de grabar el segundo disco, y Bob me dio unas pocas lecciones en la esquina, una de las cuales fue ‘No leas nada del periódico. No mires la tele. Aléjate’. Sentía la misma cosa en ese momento, tremendamente inundado y como acomodado – miras la tele o abres el periódico y nuestra banda estaba en esa especie de acomodo. Nuestra banda era parte de la contaminación.»

Vuestros conciertos ‘bootlegiados’ en pañales. ¿Sigues teniendo las cintas?
«Aún las tengo. Las escuché un montón. De algún modo, para mi la música era mi puta heroína. Era algo que necesitaba. Y ver un concierto en directo era algo que necesitaba, me daba fuerzas durante mi adolescencia y en esa joven vida de adulto – sentir que había un propósito por el que pasar por todo esto. Tras un concierto en directo el subidón podía irse en un día o dos. Las ‘bootlegs’, y oyéndolas con los ojos cerrados y auriculares hacía parecer que una grabación mierdosa sonaba bastante bien. Era como volver a tener un subidón. Era un usuario.»

¿Había alguna que pusieras mucho?
«Un concierto X antiguo lo oía un número infinito de veces. Los primeros conciertos de The Who, en el Golden Hall. The Pretenders. Bandas como los Tubes. Yo grababa cualquier cosa pero ciertamente hay algunos que durarán para siempre.»

¿Donde te gustaba poner el radiocassette?
«Dependía de la clase de máquina que era. Muchas eran los primeros Walkmans. Tenía un diez por ciento de descuento en CostClub. Esto es cuando salieron por primera vez, los primeros reproductores estereo, así que eran bastante voluminosos comparados con un comoseaquelollames – un iPod. Tenías que alzarlo pero 4 o 5 años después podías meter un micro y ponértelo en la solapa. Por cada bootleg bueno que conseguía, la otra mitad de las veces me pillaban porque normalmente estaba cerca del escenario. Es por eso que quería que la gente grabara un concierto y no fuese molestada por El Hombre.»

¿Así que te echaron?
«Me cogían la grabadora y me daban a base de bien. Otras veces me cogían las cintas, lo que es algo más bonito. Algunos tipos eran extremadamente agresivos. Nunca vendí ni una cinta. En poquísimas ocasiones, si alguien estaba muy metido (en algún grupo), le hacía una copia.»

¿Hay alguna comparación entre el surf y ser llevado en volandas por el público?
«El público es mucho más peligroso por los gérmenes y las bacterias que hay en un sudoroso ‘mosh pit’ allá por 1992. Ahora que el océano está bastante contaminado, deben estar a la par en cuanto a peligrosidad.»

¿Y en cuanto la sensación?
«Es difícil conseguir velocidad estando ahí en el público porque la gente te coge de los zapatos. Eso es una de las cosas excitantes acerca de una ola – estás de pie y tienes una buena visión periférica. Hay algo en hacer surf…A veces, esas olas vienen de más de 2.000 millas. Esos oleajes, revientan en una especie de fuegos artificiales, y tu conduces el fuego artificial y le das sentido, estás conectado con la naturaleza. No hay nada que me haya dado una sensación parecida excepto quizá la música. Y coger a tu recién nacido.»

¿Te divertiste mucho saliendo al escenario con Kings Of Leon?
«Es un disco genial y la canción ‘Slow Night, So Long’ – Yo había desaparecido en una pequeña isla para componer y hacer surf y el único disco, aparte del material de Pearl Jam en el que estaba trabajando, era ese (‘Aha Shake Heartbreak’). Se lo puse a algunos de los habitantes de la zona, que no conocían nada más aparte de su música local tradicional, y tuvieron unas reacciones positivas tan fuertes con el disco. Era una muestra clara. Estaba emocionado, y cuando abrieron para U2, no los había conocido pero quería contarles esa historia – que su disco llega muy bien a oídos no acostumbrados. Empezamos saliendo y la segunda noche le dimos a la pandereta y fue emocionante.»

¿Son de lo bueno lo mejor en cuanto a bandas jóvenes?
«Sin duda me reflejaron algo, y el nuevo disco de The Strokes es una genial obra. Los sonidos, y su forma de presentar la voz es realmente genial. Ambos tipos…»

Caleb y Julian.
«Sí, la forma de cantar de Caleb es tan única y su modo de frasear; es como solían decir de Sinatra – su forma de frasear es lo que le hizo grande. No estoy muy metido en Sinatra pero eso lo pillo. George Jones es otra cosa, e incluso McCartney y Lennon. Escuchas esas canciones pero es inconscientemente el modo en que ‘frasean’. Joey Ramone también.»

¿Qué clase de vino te gusta tomar en el escenario? ¿Siempre que sea tinto?
«Siempre que sea tinto y haya sitio. Hay esta cosa casera que algunos amigos han estado haciéndome durante los últimos años y ya no puedo estar sin ella.»

¿Qué clase de uvas lleva?
«No sé decirte; hay algo de variación ahí. En la primera tanda de nuestra última gira había estado bebiendo vino normal pero conseguí el material bueno y no sé que clase de uvas son pero es dos veces más potente. Me di cuenta de ello a mitad del concierto. Era uno para recaudar fondos políticos así que me dije, »Joder, tengo que quedarme sobrio!'».

¿Por qué crees que la comunidad musical ha estado tan quieta últimamente sobre la guerra, sobre el presidente? ¿O quizá no pienses eso?
«No estoy seguro de lo que hay ahí afuera. Gente como Steve Earle son un gran ejemplo. Sale en (el programa de) Bill O’Reilly. Es más encomiable. Es escabroso y pienso mucho en ello, no se hace oír. O quizá a la gente no le guste joder unos buenos tiempos. Es decir, podríamos hablar de ello en esta entrevista y quizá no sea la parte que aparezca. Podríamos hablar de los demócratas y porqué no están liderando un movimiento anti guerra. ¿Están esperando un vuelco en las encuestas? Podríamos hablar de nuestro país dejando de lado la guerra, sobre porqué rechazaron firmar el protocolo de Kyoto,n en referencia al medio ambiente. ¿Por qué no estamos de acuerdo en reforzar los acuerdos sobre las armas biológicas? ¿Por qué no hemos firmado para prohibir las minas terrestres? ¿Por qué no hemos prohibido el uso del napalm? Rechazan sujetarse a la jurisdicción del Tribunal Penal Internacional. Pueden pasar de todo. Si destacas los aspectos clásicos de esta guerra, mira quien lucha y quien muere, y ¿por qué se gastan billones de dólares en la guerra y las escuelas se están cayendo abajo y hay 45 millones de personas en EEUU que no tienen seguro médico? Todo esto es algo que he estado leyendo en un libro sobre Iraq llamado ‘La lógica de la retirada’ de Anthony Arnove. Parece que es un tema de clases porque hay cosas sucediendo debajo de este espactáculo de guerra y la administración Bush lo está usando para distraer de las enfermedades de este país que no solo están siendo ignoradas sino exacerbadas. ¿Pero alguien está diciendo eso en las entrevistas y está siendo publicado? No estoy seguro. Ahora mismo, estamos en una situación en la que ‘Worldwide Suicide’ está siendo programada en las radios y hace tres años eso quizá no habría pasado. ¡Después del 9/11 quitaron el ‘Imagine’ de la radio! Es interesante…No estoy seguro del porqué.»

¿Tienes algún disco autotitulado favorito?
«Ja, ja. Los tres primeros discos de Led Zeppelin no tenían título. Eran geniales.

Mola. Pero vuestro autotitulado fue el más grande esfuerzo como disco.
«Así debía ser. Fue similar a como fueron los primeros: absoluta democracia. Cuando colaboras sigues teniendo ese impulso de quedarte en el estudio cuando todo el mundo se ha ido y hacerlo como tu quieres hacerlo. Pero no puedes hacerlo. Volviendo a lo que hablábamos, la administración Bush, piensan que están haciendo un disco en solitario, liderando nuestro gobierno y representándonos ante el resto del mundo. Y no están autorizados a hacer eso, de hecho es criminal.»

Son los nuevos presidentes de los Estados Unidos de América.
«¡Si! Donde nadie tiene permitido contribuir. Hubieron 15 millones de personas en febrero de 2003 que salieron en lo que fue la mayor protesta global que el mundo nunca haya visto y fueron tratadas como un grupo de intereses especiales. Esa es la falta de respeto contra la que tenemos que luchar. Volviendo al disco, de algún modo, da la sensación de ser nuestro primer disco, y además hay tanta información en las canciones y en las letras, y sentí que otro título más que añadirle sería casi pretencioso.»

¿Te sientes mejor escuchando este disco que los otros?
«Hay un período de gracia después que haces un disco, y sabes lo que entró en todas las canciones. Y creo que no hemos hecho unca un disco que no sentara como el primer disco. Echando la vista atrás, puedes decir, ‘ese disco es un poco medio tiempo’ o ‘¿por qué era ese el single?’. No puedo contestar objetivamente pero pienso que melódicamente hablando las canciones son bastantes potentes. Pienso que la batería es impecable. Algunos de los miembros del grupo como Mike y Matt, hemos dado con una forma de crear un espacio para ellos para llegar a ese nivel de energía que tienen cuando tocan en directo. No estoy seguro de como ha pasado eso – podría haberse liberado un poco más incluso pero es un paso en la dirección adecuada.»

¿Estuviste cabreado en secreto porque Billy Ray Cyrus con su ‘Achy Breaky Heart’ le quitara el número uno al ‘Ten’?
«No. Ni siquiera me di cuenta. Estoy seguro que habían otras cosas por las que preocuparse en aquel momento. Quizá incluso debería estar agradecido de que no fuese número uno. Ahora rechazaría la idea. Soy lo suficientemente maduro para poder con ello pero en aquellos tiempos no habría podido.»

¿Recuerdas vuestra primera gira, como Mookie Blaylock?
«El primer concierto que dimos fue tras mi primer viaje a Seattle. El 6º día hicimos un concierto y el 7º día grabamos. Sé que se supone que debíamos descansar pero grabamos. Lo que recuerdo es la prueba de sonido porque abríamos para otras dos bandas en el cartel, y abrieron las puertas durante la prueba de sonido, y yo tenía los ojos cerrados y el club estaba vacío -llamado el Off Ramp- y abrí los ojos en el último estribillo y el sitio estaba lleno. Había tocado para algunas bandas pero nunca había tocado en un sitio lleno. Es una buena analogía, pasó bastante rápido para nosotros.»

¿Recuerdas quien era el cabeza de cartel?
«No, ni idea.

¿Qué es lo más asombroso que has visto desde un escenario?
«Probablemente deba contestarte de cada gira, si no de cada concierto. Recuerdo un concierto en Florida, en un gran estadio de béisbol, a eso del final de la gira de nuestro segundo disco. Veías a gente fuera de sí entre el público, era una cuchilla Norelco, con tres sectores en medio de una gran masa. Fue e principio de mi vida de socorrista – nunca sentí que pudiese ver más allá de las primeras filas. Memorizaba las caras y asegurándome que no perdía a nadie. Recuerdo esa silla de ruedas llevada al frente. Lo subimos al escenario…»

¿Había alguien dentro?
«Si. Lo subimos durante ‘Rockin in the Free World’. Y oí el año pasado que él era uno de los tipos que salía en la peli ‘Murderball’.»

¿En serio?
«Creo que tengo una Polaroid suya en mis archivos en alguna parte.»

¿Cual fue el primer disco que compraste?
«Recuerdo lo que costó – 5 dólares. Probablemente fuese un disco de los Jackson 5. Debió ser ‘Got to Be There’ – el disco en solitario de Michael Jackson…En una licorería.»

¿En Illinois?
«Si, en Chicago.»

¿Y el último?
«El de Joe Strummer and the 101ers – su primer material. Pillé el lote. Pillé el nuevo disco de Crosby, que es un genio. Compré otra copia del disco de los Evens para un amigo. Cuando llegué a la tienda compré un montón. Me conocen ahí. Se llama Easy Street, donde tocamos recientemente.»

¿Hicistéis un concierto benéfico?
«Todos los propietarios de tiendas de discos independientes estaban en Seattle del cual el propietario del Easy Street es parte de la organización. Así que pensamos que le haría quedar bien y estaría orgulloso si tocábamos en su tienda.»

¿Te hace un descuento del 10% ahora?
«Me envió un vale de regalo que aún no he usado. Siento que necesito pagar por la música.»

¿Cual es el disco que más has puesto o que más has escuchado?
«Serían los discos de The Who hasta que descubrí a Fugazi, y entonces les pillaron. Durante mi adolescencia ponía los discos de The Who pero Fugazi les cogió el testigo.»

¿Cual? ¿’13 Songs’, ‘Steady Diet’…?
«’13 Songs’ pero pienso en todo su cuerpo de trabajos como un disco.»

¿Has visto el documental?
«‘Instrument’. Sí.»

¿No es genial?
«Si vas a ver tocar a los Evens es uno de los grandes ejemplos en los que puedo pensar. Por supuesto, Neil Young lo hace y Pete Townsend lo hace pero el nivel de comunicación que tiene lugar y el nivel de respeto que Ian (Mackaye) tiene por su audiencia -incluso los cuatro idiotas que siempre hay. A él le importa su opinión. Y llegado a ese punto, se mezcla desde el escenario – no hay nadie mezclando ahí. Él y esa mujer, Amy (Farina) lo hacen desde el escenario como un dúo y suena completo. Y pregunta, ‘¿Debería la voz ser más fuerte?’ y ¡la sube! El nivel de comunicación que tiene lugar…Ciertamente no es el puto ‘Storytellers’ ni nada pero es un recordatorio de lo poderoso que es un escenario y la responsabilidad que trae un micrófono. Y eso viene de un tipo que es una leyenda del punk rock. Ha evolucionado en una forma de comunicación diferente, las más profunda que nunca haya visto.»

Mola. Has mencionado a Neil Young, ¿has tocado con su forma de enseñar?
«Si»

¿Es emocionante?
«Es una cosa privada de Neil. No voy a decir nada sobre ello.»

¿Cual es la mejor canción que hayas compuesto?
«Matt Cameron pensaba que ‘Thumbing My Way’ era la progresión de acordes más bonita que había visto.»

¿Y tu personalmente, y en cuanto a letras?
«Hay unas pocas en ukelele que me gustan. Hoy día lo juzgo por la sustancia melódica. Es algo que Johnny Ramone me metió en la cabeza. Creo que es de donde vinimos con los primeros discos, cogías una parte de música y añadías tu garganta para que fuese parte del ruido – si había melodía era inconsciente.»

¿Una canción como ‘Black’ por ejemplo?
«Imagino que tiene algo de melodía. Creo que era consciente de ello, centrándome en hacer algo bonito…Hay una diferencia entre una canción y música. Creo que es la estructura melódica. Pienso que las canciones que conectan son las melódicas, esas son las auténticamente musicales. Aún no he dado con la teoría pero hay una diferencia y la música es la meta.»

¿Había algo único en la canción «elderlywomanbehindacounter»?
«Solo la recuerdo por lo rápido que fue. Estábamos grabando el segundo disco y estábamos en esa casa de San Francisc, y yo estaba fuera de la casa en mi propio mundo y la barraca tenía una pequeña habitación. Estoy hablando del tamaño de un lavabo. Fui capaz de meter un Shure Vocal Master, que es un sistema de sonido de los años 60, y dos pequeñas torres de amplificadores, y uno pequeño y un 4 pistas. Dormí ahí dentro también. Recuerdo haberme despertado una mañana y tocar unos acordes bastante normales que sonaban bien y encendí los altavoces para oírme y salió muy rápidamente. Ni siquiera hice la letra en sucio. Me llevó 20 minutos. Stone estaba fuera leyendo el periódico y se quedó en plan, ‘Eso me gusta de veras’. Así que al día siguiente lo grabamos.»

¿Salió de un sueño?
«Es gracioso que digas eso porque yo estaba imaginando volver a donde vivía en San Diego pero viéndome a mi más viejo. Así. Era extraño…Lo olvidé.»

Por alguna razón, ahora mismo, pienso que es la mejor canción de Pearl Jam.
«La cosa es que el sueño seguía vivo…Perdona. Me acababa de despertar y empecé a tocarlo, así que el contenido seguía en mi cerebro.»

El padre de Jack Johnson me explicó una historia sobre que casi mueres en una aventura en canoa.
«En ningún momento pensé que fuésemos a morir mientras sucedía. Como unas dos semanas después cogí un barco hacía la escena del crimen, bastante lejos de la orilla con una corriente bastante fuerte, y un oleaje grande que nos sacó de una canoa con velas, y solo entonces, viendo donde estábamos y las condiciones, que me entraron ganas de vomitar. Tuve un chute de instinto de supervivencia, y pensé que podríamos estar en el agua durante casi 8 horas, pero estaba seguro de que llegaríamos. Podía haberme equivocado porque las corrientes podían ir a un lado y los vientos a otro. No sabía eso en ese momento así que en vez de llegar a esa isla con ese pequeño puerto probablemente habríamos ido a Tahití. Tras lo que pareció un largo rato, un tipo con su hija de 8 años que estaban pescando, nos vió agitando los remos. No podía habernos visto las cabezas, eran como cocos. Fue una buena noche en tierra, esa noche.»

¿Buena resaca, no?
«Fue interesante oír las experiencias de todos. Nos juntamos alrededor del fuego y hablamos de lo que pensábamos. Y las dos chicas con las que estaba en el agua, decían que habían visto los titulares en su mente…»

¿Si? En la MTV: «Eddie Vedder y otros dos mueren en una canoa»
«Como-se-llamaba muere con…»

¡Si! Eddie Vedder -como-se-llamaba- muere junto a otros dos.»
«Estoy tan contento de que eso no pasara, por la salud de todos.»

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