Me meto un tiro,
¡Pum!
El eco suena,
¡Pum!
O quizás es el corazón,
¡Pum!
Que todavía sueña.

Mes: julio 2020

Los sin nadie

Los sin nadie

Estos meses han sido complicados para todos. Lo mejor que te ha podido pasar es no perder a nadie. Se nos ha arrebatado trabajos, oportunidades, vacaciones, momentos y, tristemente, también seres queridos. Nos queda el consuelo de recordarlos siempre, cultivar una parcela en nuestras mentes para guardar su presencia. Necesitamos saber que algo de ellos siempre vivirá dentro de nosotros, o, al menos, ser un reflejo de lo que somos gracias a ellos. Sin dudar el recuerdo es ese rincón que la muerte no puede llegar a traspasar del todo, ese pequeño pedazo de realidad del que somos dueños y señores. Nadie nos puede arrebatar los momentos pasados, y es ahí donde viven los que ya no están. Sin son recordados, en cierta medida, nunca mueren.

Pero esto no siempre es así. Hace poco, mientras comía con mis padres en uno de esos martes que pueden ser jueves aunque en verdad son miércoles, una noticia trágicamente llamativa apareció en la televisión:

Y no supe qué pensar, porque ese consuelo del que hablaba antes, desapareció. Siempre he creído que por muy mal que hagamos las cosas en vida, tendremos unas manos para aferrar fuerte cuando llegue nuestro final. Saber que tu vida ha merecido la pena, que los lloros, riñas y tragedias al final te han otorgado una vida con la gente que más quieres. Tener miedo a esa brecha infinita, no por desaparecer, sino por no volver a gozar con su presencia. Que los que te rodean te hagan sentirte importante. A estas 59 personas nadie les acompañó en la cama. Nadie lloró su pérdida. Nadie les dijo lo realmente especiales que eran. Nadie les recordará. No serán el espejo de un joven nieto o un trabajador hijo. Desaparecerán en un árbol genealógico hendido por el olvido y en su mitad perdido. Su lecho de muerte es una estadística sanitaria ya olvidada. Su lugar de descanso, semieterno. Después de diez años de alquiler deberán abandonar el nicho individual que nunca les ha pertenecido. No se les dejará ni morir en paz. Sufrirán una mudanza eterna y descansarán mezclados con otros de igual condición. Cadáveres errantes rogando ser un recuerdo.

Son los sin nadie, esas personas a las que se les ha negado incluso morir acompañadas. Han tenido que atravesar ese momento solas, abandonadas a su suerte. Acaso lo que haya allí, en lo desconocido, tendrá piedad con ellos. Al menos me queda el respiro de saber que allí son libres. Y pensar que una vez muertos, espere lo que les espere, será mejor que lo que tuvieron en vida… Tal vez lo que la vida les negó, se lo dará la muerte.

Diario de a bordo (8)

Diario de a bordo (8)

Novedades. Acabo de firmar un contrato con una editorial para poder hacer realidad mi próximo poemario. Prefiero mantener algunos datos todavía en secreto hasta que el libro sea una realidad, para que la sorpresa sea todavía mayor. Con total seguridad saldrá al mercado dentro de un mes, más o menos, por lo que no tendréis que esperar demasiado. Sigue un esquema semejante al del anterior poemario, aunque con un contenido bastante más maduro y trabajado, además de un hilo conductor que se separa de las estaciones del año. Todavía tenemos que trabajar con el maquetado y la portada, que quiero que sea especial y algo artístico. Esta primera edición será de 300 ejemplares, los cuales espero que agotéis pronto.

Sí que hablaré de cómo me siento. Han sido tres años muy fructíferos en cuanto al mundo de la poesía. Autoedité Poemario estacionario corriendo y deprisa, pero aún con ello, fue una gran experiencia. Con él he ido trabajando en estos tres años, y, a medida que pasaba el tiempo, sentía que era un poemario que cada vez me representaba menos, tanto como persona como escritor. Así que, este libro, basado en los errores pasados, pero aceptándolos, era una necesidad que por fin voy a poder subsanar. Incluso he de decir que ahora mi relación con la poesía es distinta a como aparece en este nuevo libro, por lo que esto se me asemeja como un cierre de ciclo bastante claro. Mis ganas de escribir ahora marchan por otro derroteros, más prosaicos, y algo me dice que debo aprovechar el tiempo. Tengo en mente otros proyectos alejados de la poesía en los que deseo invertir bastante tiempo pues puede resultar algo muy interesante de ellos.

También he podido compartir mi poesía en directo con mis seres queridos y aquellas personas que han decidido darme una oportunidad, como en La Lonja o en el Agosto clandestino. Desde luego que este año 2020 no está siendo el más indicado para publicar un libro, mucho menos para presentarlo y realizar con él recitales, pero era ahora o nunca. Mi intención en este año es presentarme a una oposición futura que exige un estudio continuo y dedicado, por lo que, «»»perder el tiempo»»» escribiendo, es algo que quizás no pueda permitirme.

Muchas gracias a todos aquellos que habéis gastado aunque sea un minuto leyéndome, porque a la larga es cierto eso de que nada vale más que el tiempo. Espero que esta buena noticia sea la primera de muchas.

Samuel Cerdera García