Me meto un tiro,
¡Pum!
El eco suena,
¡Pum!
O quizás es el corazón,
¡Pum!
Que todavía sueña.

Mes: octubre 2016

«Hausu» – crítica

«Hausu» – crítica


Hausu es una película que merece más la pena ser vista por su imaginería y puesta en escena que por su trama, clásica y tópica de cualquier película de terror con tintes japoneses. No es una película para cualquier persona; si eres de esos que ansía sobre todo un cine adulto y maduro, que te haga pensar pero para bien, esta no es tu película, pues en ningún momento la película rezuma ni lógica ni sensatez. «Absurda» es la palabra que a grandes rasgos creo que mejor define la película. Para aquellos que los conozcáis, esta obra maestra es como si un director hubiera convertido una canción de «Maximum The Hormone» o «Dog Fashion Disco» en una película. Todo fue grabado en apenas dos meses, con actores sin experiencia debido a que ningún actor japonés con un mínimo de reputación se atrevía a intentarlo. Toho, la productora de la película, llevaba una mala racha por su estancamiento respecto a los guiones, y con lo que aquí hicieron, un auténtico suicidio para algunos, remontó. Iré comentando uno a uno algunos de los distintos apartados del film para que así sea una crítica fácil de leer:

Sinopsis: la película se centra en la figura de Oshare, una joven huérfana de madre que, al enterarse de que su padre ha iniciado una nueva relación con una bella mujer, se niega a realizar su viaje anual con su padre. En su defecto, acordándose de su tía, que permanece desde hace años sola en una mansión en las montañas en espera de su difunto marido, decide ir junto a sus amigas a volver a verla tras diez años de ausencia mutua. Cuando el grupo de amigas llega a la mansión comprueban de primera mano que no todo es tan agradable como lo habían imaginado en un principio.

Personajes: la película no destaca en este apartado, ya que la mayoría de personajes están construidos de forma prototípica. Las amigas de Oshare no dejan de ser personajes tipo que recuerdan mucho a los personajes de cualquier manga o anime. Sus propios nombres nos indican que son personajes vacíos que solo sirven para rellenar. En pocas palabras podrían resumirse de la siguiente manera:

Melody: amante de la música y virtuosa del piano.

Fanta: chica fantasiosa -su nombre proviene de «Fantasy»- y tímida. Enamorada de su profesor.

Gari (empollona): cómo no, lleva gafas redondas. Ella aporta su punto de vista escéptico a las aventuras que experimentan las jóvenes.

Sweet (asustadiza): siempre grita con voz aguda. Totalmente indefensa y pasiva.

Kung Fu: ¿el mejor personaje jamás creado? Chica atlética que recurre a sus habilidades de Kung Fu cuando el peligro acecha. Sí, se defiende de lo sobrenatural a patadas. Gracias a ella la película se rompe de manera increíble, ya que pasamos de una escena donde se toca una melodía preciosa al piano a una en la que esta chica, mediante cabriolas y patadas se deshace del mobiliario flotante de la casa.

Mac (apetito): siempre está comiendo. Dibujada como la clásica chica zampabollos. Personaje muy simple y aburrido.

Oshare: único nombre normal que justamente coincide con el hecho de que sea el único personaje medianamente bien construido.

Pese a la simpleza de la mayoría de personajes, esto ayuda a crear esa sensación de ruptura entre unas escenas y otras, pues gracias a tanto personaje variado el sentido de la cinta puede cambiar de forma muy rápida y abrupta, algo que la hace muy entretenida.

Influencias: imaginaos que Tarantino y Sam Raimi han tenido una hija en el castillo de Osaka mientras que Godzilla arrasa la ciudad, y que mientras se producía esta gestación los dos directores fumaban opio mientras veían anime; pues esas son las influencias de esta película. E incluso con esta descripción tan tonta no se puede del todo imaginar lo que es la película, ya que consigue un estilo muy personal. Es un auténtico caos de influencias que crea un producto novedoso que tardará muchos años en volver a ser visto -si es que alguna vez se ha podido hacer algo semejante a esta película-. Es importante destacar que la película vio la luz en el año 1977, cuando aún faltaban varios años para que Sam Raimi sacara su famosa The Evil Dead, película junto a The Evil Dead II que por sus características creo podría ser la que mejor se comparase a esta. Otros lo hacen con películas como «Rocky Horror Picture Show» o «Suspira». Podemos pasar desde auténticas escenas de artes marciales a escenas idílicas al más puro estilo «shojo» donde las amigas comparten sus historias, todo ello mezclado con música angelical y fondos psicotrópicos. También aparece el gore, por supuesto el terror, el absurdo y los viajes astrales producidos por la droga. La película lo tiene todo en apenas hora y media de duración.

Imagen y construcción: Dios mío, la originalidad de la fotografía y de la creación de las escenas es de lo mejor que he visto en mi vida. Nada más por ello merece ser vista esta película. Desde fondos absurdamente -y a conciencia- mal pintados a efectos psicodélicos cutres propios de un guion realizado con la ayuda de hongos y LSD -no es broma, todos los críticos llegan a la misma conclusión-. Pensando en metáforas, la película podría ser una alegoría de un viaje psicodélico producido por las drogas; todo encaja. Por otro lado, las escenas realizadas con croma en ocasiones están realmente bien hechas para la época, mientras que los efectos dibujados, parece que a mano, desentonan demasiado en la película, aunque esto sin duda también está hecho a posta. Las escenas absurdas se encuentran muy bien acompañadas con planos ingeniosos de cámara, cambios rápidos de punto de vista, música que no encaja con lo que ocurre, flashes a destiempo, música atronadora de fondo, saltos de cámara mal hechos, cronofotografía que no viene a cuento, situaciones incómodas para el espectador -pechos de… menores creo-, actuación de las actrices exagerada -como no podía ser de otra forma en una película asiática- y sucesos que rozan lo inimaginable. Durante treinta minutos la película no te otorga descanso, ya que las situaciones ridículas se suceden de forma vertiginosa.

Desde escenas más o menos tenebrosas como esta:

A otras tan (…) como esta:

(Eso de meter autotune al maullido de gatos no es nada nuevo)

Banda sonora: muy lograda para una película de estas características. Solo tiene un fallo: ellos mismos sabían que consiguieron melodías muy pegadizas y apropiadas, lo sabían tanto que les dio por repetirlas incesantemente a lo largo de toda la película. Apenas compusieron cuatro canciones realmente buenas, pero que suenan demasiadas veces a medida que avanza la trama. Eso sí, tan bien escogido el momento en el que comienzan a sonar que sabes que algo malo ocurre aunque cierres los ojos y decidas no seguir viendo la película. Si por ejemplo Kung Fu comienza a dar patadas, inmediatamente su canción característica suena. Si alguna escena bonita aparece, la canción instrumental suena. Algo muy anime de nuevo, imposible en cualquier película occidental, pues cansaría al espectador. Siempre así. Abajo os pongo dos ejemplos de lo que creo es lo mejor musicalmente -aunque merece la pena escuchar toda la «soundtrack», es bastante interesante-:


Sentido de la película: PUEDE CONTENER SPOILERS, SI OS INTERESA VERLA NO SIGÁIS LEYENDO A PARTIR DE AQUÍ.

La tía de Oshare pretendía atraer a la joven para poseerla, conseguir su cuerpo y así poder sentirse de nuevo joven para continuar con su misión; atraer y matar a chicas jóvenes sin casar, ya que ella permaneció por siempre esperando a su prometido que le prometió que volvería. Como este no volvió, se convirtió en un ser ruin que solo quería hacer daño a los demás. Lo que se deja muy mal explicado es cómo, la ya anciana, consigue esos poderes tan extraños, propios de lo sobrenatural, y creo que he captado cómo. En algún momento de la película se afirma que algunos gatos -refiriéndose a Shiro, el gato mascota de Oshare- pueden abrir un portal con el más allá. Así que supongo que gracias a este gato la anciana puede conseguir esos poderes. Aunque es poseída en cierta parte la muchacha también consigue ganar, ya que cuando su madrastra va a visitarla, gracias a estos nuevos «poderes», consigue su venganza.

Lo que me da pena son las amigas, que sin buscárselo acaban todas masacradas.

 Movie poster illustrates the aunt's cat Blanche sitting on a pedestal before the aunt's house which is surrounded by trees and flames. Text at the bottom includes the film's title production credits, and small portrait shots of the cast members.

Carta abierta

Carta abierta

Esta es una carta abierta a toda aquella persona que desee leerla. En verdad, siendo sincero, tiene unos destinatarios bastante claros, pero por causas ajenas me veo obligado -por prudencia más bien que por anhelo personal- a situar todo desde el anonimato. No obstante, a pesar de estas contrariedades, espero que la intención que reside en la carta llegue de la forma más clara posible a todos aquellos que la lean.

Hablemos de hipocresía y de injusticia. Hablemos de un lugar en la sierra. Hablemos de un pequeño y plácido pueblo rodeado de montañas, vegetación y animales; todo lo que alcanza a la vista, más allá del pueblo, es pura naturaleza. Hablemos de una anciana a la cual solo le preocupan tres cosas: su familia, sus gallinas y sus palomas. No hay en el mundo cosa que le llene más. Ella es feliz en su simple rutina. Esa es su mayor virtud, y para algunos, como entenderéis ahora, parece ser que su mayor defecto.

En un viejo caserón del pueblo esta anciana tiene un palomar, nada más complejo que eso. Esta tradición, la de tener palomares -y todo tipo de refugios para animales- sobra decir que es algo más que común en este tipo de poblaciones; gallinas, ovejas, caballos, vacas… muchos de los habitantes de estos pueblos se valen de la ganadería como forma de vida. Es un pueblo; la vida de sus habitantes casi siempre va a la par que la de los animales que viven en los alrededores. Las palomas gastan el día volando por encima de los techos del pueblo, mientras que por la noche utilizan el palomar como refugio y lugar para alimentarse.

Sí. Dentro de esta escena tan pintoresca hay un gran problema, quién lo diría.

Al parecer las palomas durante el día se posan en los tejados de las casas vecinas al palomar. No hacen nada más natural que posarse en las tejas, defecar -como es normal- e irse. Esto, que para muchos no será más que una escena típica de la naturaleza, ha molestado a varios vecinos del pueblo. Según ellos, las palomas lo «manchan todo con sus cagadas», aparte de mover las tejas del tejado, siendo esto muy peligroso. Son vecinos del pueblo que en parte provienen de la capital. Puedo comprender que estos problemas no son comunes en una ciudad, que molesten a alguien no acostumbrado a ellos, pero lo que no puedo comprender -ni tolerar- es que se hayan atrevido a poner una queja abierta al ayuntamiento del municipio, la cual ha sido leída, revisada, aceptada y tramitada por la alcaldía, conllevando esto la posterior acción del ayuntamiento. Si ellos han tenido la osadía de quitar parte de la razón de su existencia a una casi octogenaria que lleva viviendo toda su vida en ese pueblo, con más derecho que todos ellos juntos de hacer lo que quiera, que me permitan a mí mostrar al mundo lo que en verdad son.

De acuerdo. Vamos a prohibir a las palomas defecar sobre los tejados y posarse sobre los mismos. Eso sí, si nos movemos con esta lógica, lo conveniente y sensato sería también vigilar que otros animales tampoco molesten a los vecinos. Hay que ser democráticos con todos y aceptar todas las quejas que puedan venir.

Impidamos que el saltamontes salte, vaya a ser que alguno se pose en la ropa tendida y esto provoque un susto a alguien.

Impidamos que las golondrinas hagan sus nidos en los tejados, que sus crías crezcan bajo tierra.

Que en la berrea a los ciervos ni se les ocurra hacer ruido. Que oye, mañana trabajo en la fábrica y tengo que descansar bien. Lo mismo al gallo. Que si tiene que cantar al amanecer, lo haga bajito, que no despierte a los niños que mañana tienen clase de inglés. Los grillos chitón, que canten de día, me da igual que no sea su costumbre esa. Eso sí, que la campana de la iglesia doble sin falta cada hora, que su sonido es muy agradable.

Si una vaca deja el plastón en el suelo, que lo limpie, que después huele. Un pueblo oliendo así, no por Dios. Que estamos en el siglo XXI.

Lo estoy llevando a lo absurdo sí, como absurdas son las acusaciones que estos individuos ponen sobre la anciana. Que las tejas se mueven… Dios libre a los vecinos de que un buitre se pose en sus tejados, que toda la casa se viene abajo. Si las tejas se mueven -si es que alguna vez se han movido- quizás la culpa es de ellos mismos; quizás el mantenimiento de sus caserones no es el necesario. Si se quejan de las palomas, que recen porque en invierno junto a la migración de miles de pájaros una bandada grande no se pose encima. Es un pueblo en mitad de la naturaleza, lo que menos te debería preocupar es que un montón de palomas se posen en tu techo. Preocúpate más para prepararlo a una tormenta de sierra o a una granizada repentina. Las palomas no van a destrozar tu bonito chalé, bolas de golf hechas de hielo sí.

Desde luego se quejan de las palomas, pero no de la situación desastrosa de las decenas de perros del pueblo, hambrientos, famélicos, llenos de pulgas y sin un gesto de cariño en toda su existencia; máquinas de matar para la época de caza. Atropellamientos, posibles ataques… Da igual, a mí personalmente me da mucho más miedo una paloma.

Tampoco les veréis quejarse de que en Nochevieja los cazadores del pueblo saquen sus escopetas y lancen salvas cuando llega la medianoche. Dónde va a parar. Es mucho peor un excremento de paloma que varios descerebrados llenando todo de plomo, muy bueno para la tierra por cierto.

Gente del pueblo afectada por las palomas, por favor, un poco de seriedad. Comprendo que queréis casas limpias, relucientes, que queréis enseñar vuestro poder adquisitivo y patrimonio, pero no intentéis anteponeros a la naturaleza. Qué creéis, ¿que si el palomar desaparece así lo harán las palomas? No podemos controlar eso. Aquí somos unos invitados, más en un lugar rodeado de montaña y bosque donde lo humano es lo menor.

Que sobre vuestras cabezas descanse el remordimiento de arrebatarle a una anciana parte esencial de su vida. Espero que os sintáis orgullosos de vuestro triunfo.