Me meto un tiro,
¡Pum!
El eco suena,
¡Pum!
O quizás es el corazón,
¡Pum!
Que todavía sueña.

Etiqueta: Dani Rovira

Las jodidas marquesinas

Las jodidas marquesinas

Mi opinión. Y si digo alguna barbaridad no dudéis en contradecirme, que en estos temas cuanto más se debata más se avanzará en lo que todos y todas buscamos.

No existe sexualización de la mujer en una marquesina que está promocionando lencería para mujer. ¿Cómo te imaginas que debe anunciarse la lencería? ¿Puesta sobre castores o perros? ¿Con maniquíes? no, puesta sobre mujeres. La lencería es algo atrayente, bonito, seductor y en muchas ocasiones erótico, y es normal que la publicidad sobre la misma así lo sea. Es un producto para mujeres puesto sobre mujeres. Desde luego que si en el anuncio se sugieren elementos sexuales más allá de lo que sería normal este lo será, pero en condiciones normales no existe sexualización en una foto estándar de una mujer con lencería encima. No hay ningún problema en ello, en el hecho de anunciar lencería con mujeres utilizándola. En todo caso el problema residirá en el tipo de modelo que se utilice para anunciar la ropa. Mujeres con tallas «perfectas» y de cuerpos imposibles que ejercerán una presión estética sobre el resto de mujeres. siendo esto algo negativo. Pero ese es otro tema del que no me da para hablar, igual que el de si una marquesina es un lugar apropiado para este tipo de imágenes etc. etc.

La sexualización de la mujer ocurre cuando se utiliza a la misma para promocionar artículos que NADA tienen que ver con su cuerpo, ocurriendo así una objetivización clara. Por ejemplo, un anuncio de friegaplatos donde una mujer en ropa interior, con movimientos sugerentes, se dedica a fregar y aclarar la cubertería -aparte de machista redomado-. O por ejemplo cuando X empresa utiliza a chicas jóvenes lavando un coche en bikini para anunciarlo en la televisión. Ahí hay una clara sexualización, muchas veces seguida de machismo ya que una cosa implica a la otra.

Y si os preguntáis por si es lícito el uso del cuerpo femenino para vender productos inflados de precio en una sociedad donde ciertas personas no tienen ni qué echarse a la boca, siendo estas mismas en ocasiones las que fabrican por salarios de risa estos productos… pues no, no lo es, pero cada tema en su entrada. -La demagogia-.