Me meto un tiro,
¡Pum!
El eco suena,
¡Pum!
O quizás es el corazón,
¡Pum!
Que todavía sueña.

Mes: noviembre 2017

M.L. Estefanía

M.L. Estefanía

M.L. Estefanía era un escritor de novelas cortas del oeste que se hizo extremadamente conocido a lo largo de toda la dictadura franquista. Sus novelitas, editadas en formato octavilla, no sobrepasaban las 100 páginas, por lo que se trataban de una lectura ligera. También publicó novelas del oeste bajo los nombres de Tony Spring, Arizona, Dan Lewis o Dan Luce. Además, su módico precio, un duro (5 pesetas), hacía que su adquisición fuese fácil teniendo en cuenta la economía de la época. También fue escritor de novela rosa bajo los seudónimos de María Luisa Beorlegui y Cecilia de Iraluce, aunque donde más destacó fue sin duda con el ambiente de vaqueros.

Su vida no fue fácil. En la Guerra Civil española llegó a ser general de Artillería del Ejército Republicano, por lo que tras la victoria de los sublevados se le llevó a la cárcel en varias ocasiones. En prisión fue donde cogió gusto a la literatura y donde poco a poco comenzaría a dibujar su estilo personal. Al salir publicó su primera novela, La mascota de la pradera, y tras su inicial éxito la editorial Brugera firmó un contrato con él, triunfando abiertamente ambas partes.

Respecto a la novela en sí, debido a que diseñó un molde que una y otra vez podría repetirse, la escritura de estas obras era extremadamente fácil. Tan fácil era -y tanto triunfaban entre los jóvenes y los mayores- que a lo largo del siglo XX bajo el nombre de Estefanía (sus hijos posteriormente también escribieron bajo este nombre, sin distinción entre padre e hijos) aparecieron la friolera de 2600 novelas del oeste. En la época solo la novelista Corín Tellado con sus historias románticas y sentimentales estaba por encima, con la increíble cifra de unas 5000 novelas. Este método de crear un molde, un arquetipo, ya había sido utilizado anteriormente por infinidad de autores. Por ejemplo Lope de Vega, quien influenció mucho a Estefanía, renovó el teatro de esta manera, y por eso fue un autor tan prolífico respecto al teatro. Bajo un molde se cambian ciertos motivos y personajes y se puede crear una historia nueva de la nada, aunque realmente el fondo narrativo sigue siendo exactamente el mismo.

Aquí es donde está quizás el punto débil de sus novelas. Sin querer quitar mérito al inmenso esfuerzo que sin duda es escribir tal cantidad de novelas, prácticamente todas son repeticiones de las otras. No existe originalidad. El gancho del oeste funcionó debido a que fue la época donde el cine western sobresalía sobre el resto; estaban de moda los vaqueros. Los niños, los jóvenes, los adultos y ancianos se morían por adquirir ficción relacionada con esta materia, y allí estuvo Estefanía para brindársela.

Mi experiencia personal ha sido con la novelas El paso, ciudad fronteriza y Aquí estuve preso tres años. En las dos se repite el mismo patrón, patrón que también se repetirá en el resto de novelas en su mayoría:

  • Hombre misterioso, as del revolver con un pasado unido al pueblo donde transcurren los hechos. Viejos conocidos y viejos enemigos, debe hacerse paso. Es violento, no duda en disparar o machacar la cabeza de sus contrincantes (literal).
  • Mujer débil subordinada totalmente al hombre. Es ignorante, ilusa y necesita la ayuda del hombre para sobrevivir.
  • O bien una mujer que en un principio da la imagen de débil pero que después se muestra totalmente capaz de controlar la situación ella sola
  • Hombre malo que o desea la venganza contra el heroico protagonista o ve como el mismo evita un malvado plan suyo.

Desde luego el espacio es el oeste, en pueblos del sur donde la ley de la pistola prima sobre lo demás.  Minas, entresijos políticos, todo lo que se podía ver en una película convertido en una novela de breve extensión.

Pero realmente es lógico que no tengan gran calidad literaria. Era novela de consumo, no de disfrute. Una forma más de pasar el tiempo. Era muy normal ese tipo de folletín que se compraba en el kiosko muy barato y te daba una hora de entretenimiento. No se buscaba nada más, tan solo entretener. Estefanía y su familia vivían de ello. Hubo varios intentos en su carrera de creación de novela seria, pero al final lo que daba beneficios era lo que entretenía, no lo que escalaba puestos dentro de la maestría literaria. Un ejemplo muy claro de lo que son nuestros tiempos. Muchas veces los escritores se ven obligados a escribir lo que saben que va a triunfar, no necesariamente lo que ellos aman. 2600 novelas son muchas novelas como para estar disfrutando de todas ellas como el primer día. Al final su manufacturación estoy seguro que era más bien casi automática. El análisis sería inabarcable, pero seguro que existen repeticiones de trama en muchas de ellas, pues es un número tan inmenso que es imposible no repetir motivos o situaciones. ¿Recomendadas? Sí, por qué no, realmente son entretenidas. Bastante añejas (machismo, misoginia, violencia gratuita, racismo) pero que te dejan ver muy bien el reflejo de una sociedad pasada gustosa de todo lo que ahora, menos mal, despreciamos. Un viaje al pasado sin duda alguna.

 

 

Desmontando mitos: Obedece a la morsa

Desmontando mitos: Obedece a la morsa

Quiero empezar una sección en el blog que abarque la desmitización de mitos / leyendas urbanas y la explicación de las mismas, y qué mejor que empezar con una que marcó muchas adolescencias por lo tenebroso del asunto. Este mito es el del vídeo «Obedece a la morsa» (Obey the walrus en inglés), que hace un par de años, e incluso ahora, fue considerado como uno de los vídeos más terroríficos de todo Internet, y con razón. No estoy desentrañando ningún misterio, se sabe desde hace ya muchos años el origen de todo esto, pero me parece que la historia es tan impactante que merece la pena recalcar una vez más todo este asunto.

Mi experiencia personal con el vídeo fue la siguiente. Cuando yo tenía entre unos 12 y 13 años, allá por 2008 o 2009, el vídeo ya tenía bastante fama. La gente fardaba de haberlo visto y no haberle parecido para tanto, y claro, cómo no, un amigo y yo no íbamos a ser menos, por lo que en clase de Tecnología, donde utilizábamos ordenador, aprovechamos para verlo. Al principio nos pareció poca cosa, pero en una perte del vídeo que luego describiré, a medida que «eso» -por muy mal que suene- se acercaba, nosotros alejábamos nuestras cabezas de la pantalla del ordenador. Al final uno de los dos optó porque ya era suficiente y lo quitamos. Y desde entonces y hasta hace unos pocos meses jamás lo había vuelto a ver entero porque me impactó demasiado.

El vídeo, que pondré a continuación y que describiré por si alguna persona es demasiado asustadiza para estas cosas, nos presenta la cara de Andross (villano principal del videojuego Star Fox de la SNES) canturreando la canción infantil La pequeña araña, la cual pronto empieza a distorsionarse para dar paso a unos cuantos efectos bastantes psicodélicos. Al terminar estos efectos acompañados de la música aparece el protagonista del vídeo, que al principio se nos asemeja a una niña deforme con una especie de vestido y paraguas bailando al son de la anterior canción pero ahora puesta al revés y totalmente distorsionada. Después de esta escena vemos otra donde la persona en cuestión está cerca de la cámara y nos damos cuenta de que es una persona adulta, varón en principio. Posteriormente aparece una escena donde la persona, con una especie de payaso puesto sobre la cabeza, se va acercando lentamente a la cámara. En esta parte la música desaparece casi por completo, pasando a ser un lejano eco, quedando la imagen de la persona acercándose como centro de atención. Esto dura varios segundos hasta que una imagen de una morsa aparece tras una cutre transición en forma de corazón. Esta imagen de la morsa es la que da nombre al vídeo y al mito.

Lo que crea ese desasosiego es la música extraña de fondo y sobre todo, y tristemente, la deformidad de la persona que aparece en el vídeo. Ese baile infantil mezclado con la gravedad de su deformidad da al vídeo una sensación muy extraña y oscura, como producto de una mente enferma.

La leyenda urbana afirma que este vídeo es producto de una secta latinoamericana denominada «La morsa», de ahí que aparezca el animal en el vídeo. Varias son las versiones sobre cuáles eran las actividades clandestinas de esta secta, pero en general todas concuerdan con que se dedicaban al tráfico de menores entre otras atrocidades. Tampoco tiene mucho fondo pues lo importante es lo terrorífico del vídeo. Desde luego que están todos los topicazos que dicen que si ves este vídeo algo malo te pasará, pero ni los comento porque aparecen siempre que un vídeo es un poco extraño.

Obviamente todo esto es falso. El clip utilizado para este vídeo está extraído de una película de 1998 llamada The Goddess Bunny la cual trata sobre la vida de la actriz protagonista de la leyenda urbana, Sandra «Sandie» Crisp, famosa transexual underground de los años 90 en Hollywood. Alguien en el año 2005 extrajo este videoclip y añadió este montaje a la página de vídeos Baum’s World En muchos sitios se obstinan en poner exclusivamente su nombre de nacimiento, el cual yo no pondré, porque ella misma ha dejado muy claro en multitud de ocasiones cuál es su verdadero nombre. Tampoco es un travesti, algo que también he visto que ponen por la red. No, ella es una mujer. Esta es ella en la actualidad -vive en una residencia de ancianos-.

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Su vida es una auténtica tragedia, y es por ella por la que jamás podréis ver el infame vídeo de la misma manera. De pequeña sufrió abusos sexuales en el orfanato donde acabó cuando sus padres se separaron. Posteriormente trabajó como prostituta en los años 80s, casándose en el proceso con un hombre que moriría en los años 80s. Fue en los 90s cuando comenzó a reconocer su género tal como era, por lo que pasó a llamarse en el círculo trans de Hollywood The Goddess Bunny. Junto a todo esto se junta la aparición de la polio en la niñez, enfermedad de la cual se operó pero con una grave neglicencia médica de por medio, por lo que la dureza de la polio se vio acrecentada por una operación torpe que deformó aún más su cuerpo. Ya no puede andar por lo que se ve obligada a vivir el resto de sus días en una silla de ruedas.

En su filmografía destaca la película – documental The Goddess Bunny, película biográfica de la cual está extraído el clip de «Obedece a la morsa». También destaca una colaboración con Marilyn Manson para el videoclip de la canción «The Dope show». Ha hecho cameos en multitud de producciones indies de Estados Unidos a la vez que ha participado en obras de teatro underground. En la actualidad, como he dicho anteriormente, se encuentra viviendo en una residencia para personas que necesitan asistencia las 24 horas. Ha mejorado de peso y aunque su enfermedad sigue manteniéndole en una silla de ruedas, afirma que es muy feliz. Su personalidad, extravagante y valiente como siempre, sigue siendo la misma.

Os dejó aquí un enlace a una entrevista (en inglés) bastante actual. También añado un vídeo de una pequeña entrevista a ella:

Por último quisiera hacer una reflexión sobre lo curioso de todo ello. Al principio me dio auténtico terror, no podía ni verlo. Pero ahora no puedo de dejar de sentir admiración por esa persona que aparece en el vídeo. Es muy triste que una historia de auténtica superación como es la de Sandie Crisp se haya convertido simplemente en la anécdota de un vídeo que «joder qué mal rollo da». Una persona luchadora, valiente y un ejemplo a seguir. La polio y su pasado de violaciones y agresiones sexuales hacían casi imposible una vida relacionada con la actuación y el cine, pero ella luchó y lo consiguió. Siempre quiso ser actriz, y lo consiguió.

Espero que esta entrada os sirva de recordatorio para otra vez que os crucéis con ese vídeo infame.

Reseña de «El problema de las mujeres» (Jacky Fleming)

Reseña de «El problema de las mujeres» (Jacky Fleming)

¿Libro ilustrado? ¿Cómic narrado? Sea lo que sea este libro no os dejará indiferente. La autora y dibujante del mismo, Jacky Fleming, domina la ironía a la perfección. Acompañando a las ilustraciones un texto explicativo lleno de ironía el libro abarca la historia de las mujeres y cómo han sido tratadas. Desde la ironía, imitando el comportamiento machista y patriarcal de los grandes genios de la historia, se imita el mensaje misógino imperante en épocas pasadas y actuales que afirma que las mujeres no pueden ser genios. La mujer, con capacidad mental menor que el hombre, está siempre supeditada al mismo.

También es un libro excepcional para desmitificar a ciertos personajes históricos que siempre hemos tenido como paradigmas de lo que un ser humano debe ser. Un ejemplo -de los muchos incluidos en el libro- puede ser el filósofo Schopenhauer. Algunas de las perlas de este personaje pueden ser:

«Que la mujer es por naturaleza obediente al hombre puede verse en el hecho de que cada mujer que es colocada en la no natural posición de completa independencia, inmediatamente se une a un hombre, por quien se permite ella misma ser guiada y gobernada. Esto es porque necesita un señor y amo. Si ella es joven, será un amante; si ella es vieja, un cura».

Darwin era muy semejante en sus mensajes contra la mujer:

El hombre es más valiente, combativo y enérgico que la mujer, y tiene un genio más inventivo.

En contraposición se nos ofrecen ejemplos de mujeres de la historia totalmente sepultadas por los creadores de la misma. Mujeres tan o más inteligentes / inventivas / válidas como los mayores de los genios, pero que debido al machismo imperante de sus épocas a día de hoy son nombres demasiado difuminados en los libros de texto.

Un ejemplo es Anna Maria van Schurman, que, literalmente, era de todo. Era pintora, grabadora, poeta y erudita (que esto, bueno, abarca mil cosas más). Destacó por ser experta en 14 idiomas, entre los que destacan latín, griego antiguo, hebreo, árabe clásico, siríaco, arameo y amhárico. Todo esto en el siglo XVII, que no es poco. ¿Sabíais algo de ella? Yo tampoco. De hecho he tenido que pedir ayudar para que me recordasen su nombre.

Otro ejemplo de ello es el de la actriz Hedy Lamarr, quien, entre otras cosas, ayudó en investigaciones muy importantes para crear emisiones cifradas en la Segunda Guerra Mundial, ayudando con ello en la derrota de Hitler. En esta patente y dentro de este invento se encuentra el origen de la telefonía movil actual, Internet con WIFI y la tecnología de los satélites de defensa. ¿Premio por habernos dado la modernidad a toda la humanidad? el olvido en la historia.

Sin duda uno de los mejores puntos del libro es su extensión. Al compartir la ilustración con textos breves es de fácil lectura. En más o menos una media hora el libro puede ser leído sin problemas. Entretenido pero sin duda muy efectivo, porque en muy poco tiempo consigue transmitir su mensaje. Ridiculiza el pensamiento machista haciendo efectivo el mensaje feminista y a la vez entreteniendo con humor al lector o lectora.

Sueño cumplido

Sueño cumplido

Estoy a menos de una hora de cumplir un sueño, y podría morir tranquilo. Y ya está. Sin necesidad de escribir chorradas. Podría no escribir nunca más, aunque eso sí que es una auténtica chorrada. Pero ahora me siento así, pleno. Hasta me tiemblan las manos un poco por la emoción. Si esto fuese escrito a mano sería una cursiva asustada. Y es un trozo de papel entre dos trozos de plástico, pero lo que cuesta rellenar de negro esos trozos de papel… Cada lágrima y sonrisa expresada de mil maneras que ni yo mismo entiendo. Y ya.

Reseña de «After Dark» (Haruki Murakami)

Reseña de «After Dark» (Haruki Murakami)

Es la primera novela que leo del escritor japonés y desde luego no me ha dejado indiferente. Caracterizado por su existencialismo y las constantes referencias al jazz y a la cultura japonesa -especie de Julio Cortázar actual, más ameno quizás- sus novelas buscan que el lector las desenrede. Él nos ofrece un nudo como trama que debemos desentrañar, para, a veces, encontrar que los hilos no llevan a ninguna parte.

After Dark nos cuenta la historia de una joven de 19 años de nombre Mari que, por causas que a lo largo de la novela se conocen, deambula en mitad de la noche de Tokyo. Un barrio que de día parece una cosa pero que de noche se convierte en otra completamente distinta. La novela, sin contar gran cosa, con una narrativa difusa, abre varios caminos que desembocan en puntos distintos. Mari es el punto central que va dejando aberturas a lo largo de sus encuentros con distintos personajes. Aquí podéis encontrar SPOILERS, así que leed con cuidado:

-La relación entre Mari y Takahasi, un joven que conocía a la hermana de Mari, Eri, joven muy atractiva, contraposición completa de Mari.

-Un accidente con una prostituta de origen chino que ocurre en un love-hotel del centro regentado por la ex-luchadora Kaoru -el personaje más logrado y afable sin duda-, al cual se ve obligada a ir Mari por su conocimiento del mandarín.

-La vida nocturna de Shirakawa, agresor de la prostituta china y padre de familia que está siendo buscado por la mafia que dirige la prostitución en la zona.

-El problema de Eri. Desde hace unos meses su vida se centra en dormir. No se relaciona con nadie de su familia y no se sabe a ciencia cierta qué le ocurre. Su noche se desarrolla de forma onírica para el lector.

Estas son las cuatro grandes tramas del libro, las cuales se enlazan mínimamente a lo largo de la trama. Siendo un libro relativamente corto su lectura es sencilla y amena, además de que el tiempo que transcurre es una noche, noche en la que sucede todo lo narrado. La mayoría de las tramas no tienen conclusión, se quedan en el aire. La relación entre Mari y Takahasi se queda en ciernes debido a un viaje de esta a China. Nunca sabremos qué le ha ocurrido a la joven prostituta china, la cual ha sido recogida por un joven de la triada. Shirakawa consigue llegar a su casa sin ser atrapado por la mafia, pero sabemos que le buscan y no pararán hasta encontrarse, etc. Así todas las historias acaban de forma inconclusa, dejando al lector la oportunidad de rellenar los huecos que se nos ofrecen.

Del estilo de la novela llama mucho la atención lo cinematográfico de la misma. La cámara forma parte de la novela como un punto de vista esencial. El autor nos va desplanzando con la cámara, que sobrevuela el cielo de Tokyo, por los distintos personajes y por ende las distintas tramas. Nos movemos por los espacios como se movería el director de una película, especificándose tal cual en la obra:

No se distingue su rostro. En estos momentos, la cámara o bien lo capta de espaldas, o bien le enfoca otras partes del cuerpo.

Una camara que enlaza muy bien con la figura del narrador omnisciente que todo lo ve -pero que en este caso no todo lo sabe-. Los misterios, parte de la gracia de los finales abiertos, son un hecho en la novela. No conocemos datos importantes de los personajes, se deja entrever ciertas cosas pero jamás se aclara del todo la información. Uno de los momentos más crípticos por ello de la novela será el de la razón de por qué Eri duerme. Y sobre todo, por qué Eri despierta en mitad de una habitación -se asemeja a una oficina, igual que la de Shirakawa– vacía, a la cual ha llegado a través de una imagen de un hombre enmascarado que ha aparecido en la televisión de su cuarto. Sin duda esconde un significado profundo, tanto que quizás el lector es incapaz de llegar a él.

Ahí estaría quizás uno de los puntos negativos que observo en la novela, la falta de datos / información concluyentes. Siempre está bien que el misterio sea una guía para dar al lector algo para pensar, pero que nada se resuelva puede ser un poco imcómodo para el lector. Sobre todo cuando una trama muy interesante -y que prometía-, como es la de Eri y ese visitante nocturno, queda completamente sin resolver. No se dan ni retazos de la razón de por qué esto ha sucedido, ni de quién es el desconocido que presuntamente la ha raptado por unos minutos.

Por lo demás la novela al parecer está dentro de su estilo habitual de escritura. Referencias habituales al jazz y a música actual japonesa, un existencialismo japonés muy bien encarnado en personajes jóvenes que no ven un futuro claro y deciden abandonar sus sueños por objetivos más terrenales y posibles… Murakami, pese a su edad, comprende muy bien las preocupaciones y particularidades de los jóvenes japoneses.

No es una novela que quiera contar mucho, sino que quiere hacer pensar mucho. Embelesa y es de fácil lectura. Según la crítica no es ni mucho menos de lo mejor de Murakami, y recomiendan iniciarse a él con otros libros. Pero según mi experiencia, y lo que ha resultado en mi interior, es que este libro me ha dado ganas de leerme otros de él. 7’8/10

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